El futuro ADMINISTRADOR DE DESASTRES como líder y Gerente, deberá ser fiel garante de que las necesidades de los procesos y los recursos humanos que descansen bajo su responsabilidad y supervisión, estén satisfechas, y esto será factor clave de éxito en su desempeño; todo esto mientras se realiza mejoras continuas en dichos procesos durante su realización.
Este reto requiere que el líder comience a apartarse de su papel tradicional de control para asumir nuevos papeles: el de Facilitador y Mentor de procesos sinérgicos y el desarrollo y crecimiento de los miembros de su equipo de trabajo.
Este Líder como facilitador y mentor de procesos es un catalizador que hace posible u na secuencia de acciones conjuntas y armónicas, para que tanto la organización, como cada colaborador, logren un mayor empoderamiento, co-evolución, productividad, y realización.
En el caso del Administrador de Desastres, la trascendencia de su liderazgo traspasa las barreras organizacionales, su fortaleza gerencial se evidenciará en el manejo de los procesos relacionados al sistema de prevención de riesgos y manejo de desastres, en donde es la misma comunidad y sus agrupaciones sociales, quienes demandarán el mejor ejercicio gerencial y de liderazgo, del profesional.
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